Con tan solo 17 años de edad, Areff Orellana ingresó a estudiar Ingeniería en Biotecnología en la Universidad Andrés Bello. Para poder costear sus estudios, y aun siendo menor de edad, adquirió el Crédito con Aval del Estado para poder completar el total del arancel de la carrera. Luego de algunos meses de estudio, llegó un momento donde Areff no pudo tomar ramos para el segundo semestre por retraso en su pago con la casa de estudios.

Ante esta situación, y con el nacimiento de su hija en el duro camino universitario, Areff decidió cambiar de carrera en la misma Universidad. Ingresó a estudiar Ingeniería Industrial de manera vespertina, para poder trabajar de día, poder obtener el dinero necesario para costear sus necesidades y comenzar un proceso de ahorro económico de cara a los próximos meses.

En un comienzo, Areff comenzó a pagar sus cuotas mensuales de manera normal, destinando parte de su remuneración directamente para la cuota del CAE durante dos años, para así obtener el beneficio del 2%, hasta que llegó la pandemia del Coronavirus. El ingeniero se vio golpeado por la reducción de sueldos, reconoció que no fue una situación fácil, por lo “de un momento a otro me vi en la necesidad de no pagar, ya que tuve que priorizar cosas vitales, entre pagar el Hipotecario o pagar el CAE, y claramente tuve que irme por el Hipotecario“.

NOTIFICACIÓN Y AYUDA EN DEFENSA EDUCACIÓN

En el año 2022, Areff Orellana fue notificado en el domicilio de sus padres, quienes pensaron que serían embargados y perderían todos sus bienes. Areff acusó que el receptor judicial mostró “nula responsabilidad de encontrar a la persona, ya que notificaron diciendo ‘persona adulta, sexo masculino’. Lo chistoso es que mis papás viven en un pasaje cerrado con portón, y el sobre lo tiraron, nunca lo recibieron personalmente. El famoso receptor judicial hace un proceso bastante sucio. Llega, lanza, notifica y deja todo para más adelante”.

Ante esto, Areff decidió pedir ayuda, y buscando en Google, llegó a Defensa Educación en septiembre del año pasado. Presentándose presencialmente en el estudio, Areff agradeció que “se tomaron el tiempo, me llevaron a una sala y me la cantaron clara. Todo el proceso que yo viví, desde el día cero, fue todo tal cual. Me dijeron que los tiempos son los iniciales, donde hay que ser rigurosos para presentar el apoyo por parte de los abogados, y después paciencia”.

Tras un arduo proceso del equipo jurídico de Defensa Educación, en junio del 2023, Areff recibió la notificación donde fue informado que se liberó de pagar $43.732.025 al Banco Estado. “Es un correo que, la verdad, es tan extenso y explicativo, que lo comienzas a leer y la ansiedad de entender alguna palabra que te entregue la certeza y la tranquilidad. Hasta que hay una parte, que yo siempre lo agradezco, cuando no aplican el tecnicismo, y te lo explican en palabras super simples, y te dicen ‘tú estás fuera de esto’. Ahí lo entiendes y sí, te emocionas”, comentó.

“Mi deuda era sobre 43 millones de pesos, de una ingeniería que comúnmente son tres millones anuales. Si estudiaste cinco años son 15, o sea ya debías 15 iniciales, pero cuando vas a mirar la deuda y eran 40 millones, era más del doble, no entiendes cómo ocurre esta situación. No había por donde llegar a ese monto, eran 42-43 millones al día, pero si ahora vuelvo a mirar esa deuda, todo el tiempo es más grande. Le echabas un granito de arena a un montón que nunca disminuye”, explicó Areff.

Por otro lado, Areff dijo que, tras la recomendación de Defensa Educación, cerró todos los movimientos que tenía con el Banco Estado. Sin embargo, hasta la fecha, sigue teniendo movimiento en la entidad bancaria, ya que su Crédito Hipotecario lo obtuvo en el famoso banco del pato amarillo. “Lamentablemente, tengo un producto que no puedo cerrar, pero lucho todos los días con eso. Llego a fin de mes y es lo primero que pago, esperando que no esté bloqueado. Hasta el día de hoy, gracias a Dios, no ha pasado nada y lo sigo pagando, es mi primer foco todos los meses”.

TRANQUILIDAD

Finalmente, ya con la sentencia decretada y sabiendo que se liberó del millonario pago, Areff admitió que “no hay palabras que pueda entregar para definir la emoción que uno siente, lo contento que estás de que el proceso se acaba, de que eres libre. Hay palabras que se te cruzan por la emoción. Estoy feliz de demostrar que se puede ganar contra alguien o algo, una institución, que uno cree que siempre ellos son los vencedores, como dicen por ahí a los ladrones de cuello y corbata”.

También, el ingeniero de profesión criticó al sistema, ya que él obtuvo el Crédito con Aval del Estado con 17 años, es decir, firmó un documento siendo menor de edad. “Lo vendieron como un beneficio social, y espero que salga alguien y que explique cuál es el beneficio social. Está bien, estás devolviendo lo que te prestaron, pero estás devolviendo casi 3 veces más, no corresponde, esto es un abuso”.

Continuando con la demostración de felicidad, Areff nuevamente no ocultó su alegría al liberarse del millonario pago. Con evidentes lágrimas de emoción en sus ojos, que acompañaron el conmovedor relato, expresó que “te faltan palabras para definirlo. Te quedas tranquilo, miras a tus hijos que corren, que son felices… miras tus ingresos, disfrutas tu esfuerzo. Super contento, super feliz. Hay que motivar a la gente de que se puede, se logra y lo que más se obtiene es la tranquilidad con la que te levantas todos los días, con esa nula presión, es impagable. Hoy por hoy, ya con lo que se logra, te quedas tranquilo. Puedes cerrar ese capítulo y dejarlo en el olvido“.

AGRADECIMIENTOS A DEFENSA EDUCACIÓN

Finalmente, Areff Orellana culminó su experiencia agradeciendo el trabajo de Defensa Educación, agregando que “yo me ponía como meta cada 2-3 meses mandar un correo, preguntaba el estatus, y la verdad estoy super agradecido. Me respondieron todos los correos, nunca se desentendieron, a pesar del proceso de pandemia, siempre hubo una relación cordial muy explicativa, cero tecnicismo. Estoy contento, sacándome esta mochila tal como sale en muchas caricaturas, todo el tiempo los veo en redes sociales”.

“Te lo digo, hasta el día de hoy, con emoción, contento. Entregar la tranquilidad a mis papás, a mi familia, a mi señora, de que todo este proceso se acabó, estar tranquilo, poder trabajar, mirar al futuro, seguir adelante”, complementó Areff, quien se sumó a la larga lista de personas que decidió no pagar el CAE, no perder su dinero, luchar contra el sistema y confiar en Defensa Educación.