Melissa Mondaca estudió Pedagogía en Historia y Geografía en la Universidad Católica Silva Henríquez en 2006. Para cumplir ese anhelo, Melissa decidió obtener el Crédito con Aval del Estado para poder costear su carrera universitaria, siendo parte de la primera generación en firmar este crédito. Anteriormente, había estudiado con el crédito Corfo en la Universidad Andrés Bello.
Después de ejercer la pedagogía durante varios años, Melissa decidió empacar sus cosas y viajar a Europa en busca de nuevas oportunidades. Durante ese tiempo, pagó puntualmente sus cuotas del CAE. Sin embargo, estando en Hungría -y ahora viviendo en el hermoso país de Nueva Zelanda, con una diferencia horaria de 16 horas- dejó de pagar el crédito porque su sueldo no alcanzaba para todos sus gastos. Su primera acción concreta fue solicitar la suspensión del CAE.
“Ya lo había hecho una vez anterior que había estado desempleada durante medio año, el tema fue que no me lo aceptaron. Ya llevaba dos meses sin pagar y finalmente dije que de verdad no podía, porque el sueldo en Hungría es bastante bajo. No pagué hasta que, no recuerdo cuantos meses fueron, a mi papá le llegó una notificación de no pago y que esto inclusive podría ser embargo”, explica Melissa.
Melissa cuenta que fue su papá quien recibió la notificación de la demanda. Cuando firmó el CAE, vivía junto a sus padres, lo que provocó que la notificación llegara a la dirección de ellos en caso de embargo. Además, la notificación incluía una orden con una citación para Melissa, indicando que debía presentarse en una oficina judicial para repactar la deuda que tenía.
“No podía porque estoy fuera del país. Mi papá dijo ‘bueno, voy a ir para decir que mi hija no está en Chile’. Yo le dije que no, que íbamos a hacer algo loco y que vamos a llamar a los de Defensa Educación. Tengo muchos amigos abogados, pero todos me decían que no me podían ayudar porque no tenían idea. Les escribí a ustedes y me acuerdo que en media hora ya tenía todo resuelto, fue una bendición”, agradece Melissa.
“Cuando me contactó la gente de Defensa Educación, me explicaron así a prueba de tontos, de verdad me explicaron super bien todo lo que, en el fondo, es lo que hay que hacer, cuales son las consecuencias, me quedó super claro. No lo pensé dos veces, incluso la tarifa que ustedes manejan la encontré bastante razonable, porque si uno lo compara, después de haber conseguido este triunfo, de verdad vale la pena pagar esa plata, porque me liberé de millones. De verdad que fue la bendición”, remarca la chilena en Nueva Zelanda.
Luego de varios meses de un extenso e intenso proceso judicial, Melissa Mondaca Cea se liberó de pagar $2.685.641 al Banco Estado. Cuando estaba por finalizar su proceso con Defensa Educación, Melissa le contó todo en detalle a un amigo alemán que conoció durante su travesía por Europa. Al recibir la confirmación de la liberación, compartió automáticamente su momento de felicidad con su amigo.
“Mi amigo me dice que no puede imaginar el peso que me saqué de encima. Le dije que no sabía lo que es ganar. De verdad estaba super feliz, y recibirlo fuera también es importante porque más allá de la deuda que yo podría asumir, era un tema con mis papás. Por qué tienen que mis papás seguir sufriendo esta cuestión”, expresa Melissa.
La docente de profesión explica que el primer problema que tuvo con el CAE no fue la notificación, sino el no poder optar a un crédito hipotecario debido a la morosidad que tenía. A pesar de no tener tarjetas de crédito, salvo la cuenta bancaria donde recibía mensualmente su remuneración, se enteró a través de una llamada telefónica de que tenía una millonaria deuda por concepto del Crédito con Aval del Estado.
“Después ellos, porque además esta información no te la entregan los bancos, hicieron las averiguaciones en la Superintendencia de Bancos y me dijeron que un monto por CAE. Me caí de poto y dije que era demasiado injusto. Yo ya pregonaba a mis estudiantes a que no opten por el CAE porque es lo peor que te puede pasar en la vida. Cuando yo acá, estando en el extranjero, voy contando mi experiencia, me dicen que no puede ser posible, no puede ser tanto el negocio, y para qué ir contando los otros servicios que nosotros tenemos que pagar”, dice Melissa.
Melissa cuenta que no podía creerlo cuando se enteró de que tenía una millonaria deuda por CAE, a pesar de que durante un tiempo prolongado pagó todas sus cuotas, hasta que no pudo continuar haciéndolo. “Persona que le contaba acá no lo podía creer. En Chile hacía varios sacrificios para poder pagar el CAE, porque me salía más de 100 mil pesos la cuota aproximadamente, y después me empezaron a aparecer otras cuotas cuando yo pedí la suspensión del crédito por desempleo, me aparecieron 5 cuotas más. En el fondo me siguen cobrando los intereses, son unos desgraciados”.
Melissa reconoce que votó por Gabriel Boric y que hasta ahora le ha gustado su gestión, pero también critica que no ha logrado, y probablemente no logrará, concretar un proyecto de condonación del Crédito con Aval del Estado. Afirmó sentirse defraudada en cuanto a la promesa de condonación universal.
“Cuando él era diputado, cuando el estuvo con el tema del movimiento estudiantil, se comprometió con la condonación. Entiendo perfectamente que tiene una oposición que le está haciendo la vida imposible, entonces aquí tiene que hacer un acuerdo, lograr como el mal menor, enfrentándose a estos grandes poderes, porque el CAE es el negocio. Siento que, independiente si uno está pagando o no, igual este sistema te está cagando. Estuve meses tratando de sacar un crédito hipotecario, pero me decían que no porque tenía esta deuda, y era la única deuda que tenía, y aún pagándola al día. Es demasiado.“, acusa Melissa.
Por último, Melissa finaliza su emotivo testimonio agradeciendo el valioso trabajo de Defensa Educación. A pesar de la diferencia horaria y estando lejos de su país, encontró la tranquilidad que tanto anhelaba en medio de la compleja situación que vivió debido a la deuda del CAE.
“Yo accedí al tema de la entrevista porque de verdad funciona. Optar por los chicos de Defensa Educación, funciona. Se los he dicho a todos mis amigos, porque liberarse de esta carga es un respiro sobre todo pensando que es el peor negocio que se ha hecho con los estudiantes, con las familias y es algo demasiado injusto, es tortuoso pagando o no pagando. El haber hecho esto con Defensa Educación, de verdad fue la mejor inversión que hice. Siempre súper claros, bien dispuestos y bacan, de verdad háganlo, hay que destruir esta cuestión, hay que destruir el sistema, desde las entrañas“, concluye Melissa Mondaca.