A poco menos de un mes desde que el gobierno de Gabriel Boric presentó el nuevo Financiamiento para la Educación Superior (FES), que busca poner fin al Crédito con Aval del Estado (CAE), las críticas siguen siendo intensas desde diversos sectores, incluyendo el ámbito político, empresarial y los expertos en el área de la educación.
En La Editorial de La Tercera, publicada el pasado 24 de octubre, enfocaron sus críticas con el ya conocido “impuesto al egreso”. Ante esta situación, en el periódico expresaron que “al desvincular el costo de la carrera de lo que el egresado finalmente deberá devolver al Estad y al establecer un pago contingente al ingreso que será recaudado por la TGR y el SII, lo que la iniciativa hace en los hechos es añadir un nuevo gravamen que deberá sumarse a las deducciones que todo trabajador debe soportar por concepto de salud, previsión e impuesto a la renta. Que el período de pago tenga un tope de 20 años no desdibuja lo anterior“.
“De este modo, además de desincentivar la formalidad laboral, éste castigará el buen retorno a la educación superior y la movilidad social, pudiendo darse el sinsentido de que egresados de buen desempeño, independiente de su condición socioeconómica original, deban terminar pagando al Fisco una suma muy por encima del costo de su carrera e incluso de lo que pagarían de haberla financiado con el mismo CAE“, comentaron en La Tercera.
Por su parte, Lucas Miranda, Investigador Faro de la Universidad del Desarrollo, le contestó directamente a Cristóbal Villalobos, Académico Facultad de Educación Universidad Católica, quién defendió el FES, catalogándolo como “un proyecto factible y deseable, porque en otros lugares y en otros sectores se han hecho cosas similares a las que propone el proyecto, por lo tanto, es en principio factible y deseable”.
Ante esto, Lucas Miranda, bajo su mirada crítica, explicó que “el proyecto FES estrangularía el copago privado y aumentaría la dependencia de los planteles de las transferencias fiscales basadas en un arancel regulado. Este esquema amenaza la calidad de instituciones complejas que tienen investigación, vinculación con el medio, un alto gasto por alumno y vocación innovadora“.
Según detalló Miranda, el arancel regulado sería fijado por un organismo experto, el cuál realizaría un catálogo de carreras y una estimación del posible precio promedio de cada una de estas, mecanismo que, tal como dice el experto, “es miope en comparación con un sistema en que las instituciones privadas tienen libertad para fijar aranceles y crear servicios apostando a la demanda futura. Por su puesto, habrá apuestas equivocadas, pero al cargar con el costo de su equivocación, operarán incentivos para la precaución y la rectificación“.
Finalmente, Manuel Villaseca, Director de Acción Educar, cuestionó la situación de las becas de arancel determinadas por méritos académicos y criterios socioeconómicos como la Beca Bicentenario y la Beca Nuevo Milenio, que, eventualmente, serían eliminadas del presupuesto nacional en caso de que el FES sea aprobado.
“Esto dejará sin ninguna ayuda estatal a los estudiantes de los deciles de menores ingresos, si sus instituciones no adhieren al nuevo sistema. Éstas serán empujadas a decidir entre el acceso de los deciles más bajos y su autonomía institucional. Lo anterior impactará negativamente sobre el ingreso de los individuos de bajos ingresos al sistema, profundizando la segmentación por nivel socioeconómico del sistema. Hoy, 60 mil estudiantes con CAE del 60% de menores ingresos del país estudian en instituciones no gratuitas“, complementó Villaseca.
“Actualmente, las universidades de Chile son, en varios casos, la vanguardia en calidad e innovación en Latinoamérica, con presupuestos que ya se encuentran limitados por la regulación estatal, que ha crecido preocupantemente en la última década. Seguir presionando por el control estatal del financiamiento a través de la fijación de precios y vacantes, especialmente a través de un proyecto de ley pernicioso como el actual, es un error garrafal, que pone en riesgo la calidad de las instituciones de educación superior, el acceso de los estudiantes más vulnerables del sistema y, finalmente, el desarrollo nacional“, concluyó Manuel Villaseca.
¿Qué te parecen las críticas que sigue recibiendo el proyecto FES? ¿Logrará ser aprobado o dormirá en el Senado como el proyecto presentado por Sebastián Piñera?